El director de Onda 8 contra el cierre de la
emisora
Francisco Linares: “Nunca nos
hemos vinculado a ningún partido político o grupo económico, no tenemos
protección de nadie ni de nada”
"No hay emisoras que se dediquen a la
información local, y esta información es muy importante para una provincia”
“Tenemos el reconocimiento de prácticamente toda la sociedad malagueña”
“Las grandes empresas periodísticas se venden al mejor postor”
“El verdadero propietario de una comunicación es la persona que nos lee o
que nos oye”
“Me encuentro aislado, solo… Tengo una lucha sorda que nadie se puede ni
imaginar”
Por Mónica Lara
Periodista Digital
03/01/05, 08.32 horas
“Una lucha titánica”. Así define Francisco Linares, director de Onda 8,
todos sus esfuerzos por mantener esta emisora. Los diez años de su historia
han sido como una carrera de obstáculos. Ahora Linares y el pequeño equipo
de profesionales que trabaja en Onda 8 se enfrentan a un posible cierre de
esta radio local. ¿El motivo? La emisora tiene más potencia de la
autorizada, pero su director alega que con otras radios sucede exactamente
lo mismo y no pasa nada. De hecho, en España
operan unas 2.300 radios ilegales, más o menos el doble de las emisoras
privadas autorizadas. Hace diez años, apenas había 300 emisoras en estas
condiciones. En la entrevista concedida a Periodista Digital,
Francisco Linares narra la historia de Onda 8 desde su creación en 1994. La
trayectoria ha estado llena de dificultades económicas y de todo tipo, pero
a pesar de todas las adversidades la emisora ha conseguido calar en buena
parte de la sociedad malagueña. Linares presume de formar parte de un medio
independiente y libre, donde tienen cabida todas las voces, y reclama más
reconocimiento por la labor que él y el resto de profesionales están
haciendo. Ante la posibilidad de su cierre, los periodistas al frente de
Onda 8 se han movilizado en busca del apoyo popular. Ya han conseguido
110.000 firmas a favor de su causa.
¿Cuánto tiempo lleva funcionando Onda 8?
Desde 1994. Ese año vi un anuncio en el periódico que decía que en Cártama
(Málaga) había una licencia que estaba sin explotar. Mandé una solicitud y
me la concedieron. Me dijeron que sería el director honorífico de la emisora
por diez años y yo acepté. La potencia era de 100 watios. Yo simplemente me
ceñí al proyecto y con dinero privado conseguí montar la emisora en el
tiempo reglamentario.
FICHA |
- Nació el 13 de diciembre de 1948 en Málaga
- Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en el Centro Español de
Nuevas Profesiones
- Además comenzó Magisterio, Arquitectura y Medicina, aunque no
finalizó ninguno de estos estudios
- Su carrera como periodista la empezó como corresponsal del
Noticiero Universal de Cataluña
- También trabajó en Radio Juventud y en la Rueda de Emisoras RATO
- En 1974 participó en el Primer Encuentro de Comunicación Integral
en Barcelona
- Fue editor de la revista Ocio y Negocio y colaborador freelance
para diferentes medios, entre ellos La Vanguardia
- Ha sido jefe de prensa en campañas políticas de Izquierda Unida,
el Partido Popular y el PSOE
- Desde 1994 dirige la emisora Onda 8 en Málaga
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¿Cuál es su cobertura?
Aquí está el tema principal. Conseguimos la legalidad de la emisora, pero
con 100 watios y dos calles llegó un momento en que no podíamos contratar
publicidad ni mantenernos. La gente del pueblo decía que la radio no se
podía escuchar ni en el mismo pueblo. Se hizo un pleno municipal en 1995
donde se acordó que yo aumentara la potencia y buscara su legalización.
Desde el punto de vista legal, la única salida que se me presentaba era que
como empresa volviera a licitar cuando salieran opciones de emisoras.
Salieron 27 para Andalucía y yo solicité para Málaga tres. Conseguimos que
se nos escuchara en casi toda Málaga.
¿Cómo se financia?
Exclusivamente con publicidad y aportaciones de particulares. Únicamente
hace dos años el Ayuntamiento de Cártama aprobó una subvención. Aparte de
esto, nunca hemos tenido ninguna ayuda ni nos hemos vinculado a ningún
partido político o grupo económico. No tenemos protección de nadie ni de
nada.
¿Quién tiene la titularidad de la emisora?
La titularidad es municipal. A mí me nombraron director honorífico y
quedaron bajo mi cargo todas las responsabilidades económicas, de
mantenimiento e instalación, o sea que el ayuntamiento ha puesto cero
pesetas.
¿Cómo es la programación de Onda 8?
Nada de música. Todo el tiempo información: tertulias, coloquios,
entrevistas, deportes... Radio total, de corte convencional pero de Málaga y
la provincia.
¿Cuánta gente trabaja en la emisora?
En este momento somos cuatro. Mi mujer, que se encarga del control de
sonido, la administración y atiende el teléfono mientras está en control; mi
hijo Antonio y otro periodista, Antonio Ismael. Además hay personas que
contratamos esporádicamente, cuando hay eventos especiales, elecciones o
retransmisiones de baloncesto. No tenemos dinero para más.
¿Cuántas horas de emisión hay?
Estamos desde las seis y media de la mañana hasta las tres y media de la
tarde ininterrumpidamente. Hay muchos actos en Málaga que no empiezan hasta
que no vamos nosotros.
¿Qué audiencia tiene?
Alrededor de 75.000 oyentes repartidos por toda Málaga.
Una lucha titánica
¿De dónde viene la iniciativa de cerrar la emisora?
La Junta de Andalucía alega que tenemos una emisora con más potencia de la
autorizada, pero en Málaga hay emisoras que tampoco son legales. No sabemos
de quién parte la denuncia, pero lo que está claro es que hay una demanda de
las Emisoras de Radios Comerciales (ERC), cuyo presidente es un alto
mandatario del grupo PRISA, porque parece ser que quieren regularizar. Muy
bien, pero que empiecen por los de arriba. Soy partidario de una
regularización, pero no tanto en cuanto al continente como al contenido.
¿Para qué queremos una emisora de radio? Estamos haciendo lo que no hace
nadie. No hay emisoras que se dediquen a la información local, y esta
información es muy importante para una provincia. En la radio local abundan
las dedicadas a musicales, pero no existe una emisora local como Onda 8. Yo
estoy de acuerdo con una regulación, pero no se puede entrar como un
elefante en una cacharrería. Nosotros tenemos el reconocimiento de
prácticamente toda la sociedad malagueña. Además no veo una coherencia, veo
que las leyes se han quedado desfasadas. No se puede entrar de una forma
brutal y decir: “le cortamos el cuello a todo aquél que no cumpla
estrictamente la legalidad”, porque para dar ejemplo tienen que empezar los
de arriba.
¿Desde cuándo quieren cerrarla?
Hace dos o tres meses recibimos de la Junta de Andalucía un aviso de esta
denuncia: un aviso era para el Ayuntamiento de Cártama y otro para mí. A
partir de ahí yo empecé a moverme e incluso el Defensor del Pueblo andaluz
ha aceptado el caso.
¿Cómo van a luchar para impedir el cierre?
Se están recogiendo firmas y ya llevamos alrededor de 110.000. No sé cuántas
necesitaríamos, pero sigo creyendo en la sociedad civil.
¿Cómo cree que se encuentra actualmente la libertad de expresión en
España?
Fatal porque está todo en manos de muy pocos. Hay mucha concentración de
medios en muy pocas personas. La empresa periodística se ha convertido más
en una empresa y ha dejado de ser menos periodística. Yo entendí el
periodismo como un sacerdocio; los periodistas tenemos una responsabilidad
muy grande: contar lo que vemos y hacer que la gente hable y se exprese,
investigar y no quedarnos solamente en la superficie... y eso nos lleva
muchas veces a la incomprensión. Luego ves que las grandes empresas
periodísticas, que son las que más podían hacer, se venden al mejor postor.
Yo he tenido que aguantar en la radio muchas veces hablar mal de personas a
las cuales quiero, y he oído hablar bien de personas con las que no me
tomaría ni un café. Entiendo que por muy director que sea, por encima de
todo, la radio está a disposición de lo público. El verdadero propietario de
una comunicación es la persona que nos lee o que nos oye.
¿Cuál es el futuro de los medios de comunicación pequeños?
Nosotros nos mantenemos, pero es una lucha titánica. No sé cuál es el
futuro. Yo me siento muy solo, porque [en el ámbito de las emisoras locales]
solo me encuentro con majaras, aprovechados, música o grandes cadenas con
unas determinadas líneas muy definidas, en contra o a favor de partidos
políticos. ¿Con quién me identifico? Me encuentro aislado, solo… Tengo una
lucha sorda que nadie se puede ni imaginar.